miércoles, 24 de febrero de 2016

Nostalgia

¿Y por qué no volver a ser una niña?
Balancearme en una hamaca llena de sol y manzanos,
volver a ser una niña feliz,
aunque con el corazón ya mancillado
de soledad y noches en vela.
Ser una niña y nada más;
cantar canciones
en todos los idiomas,
temer a las abejas,
leer para espantar los miedos y los fantasmas,
y jamás echar nada ni nadie de menos.
Volver a esos días en  los que sólo tenía las nubes, siempre constantes,
los libros nocturnos,
los insultos a Dios por dejarme sola,
y no volverme mayor nunca más.