domingo, 28 de abril de 2013

A veces, lo más fácil es dejar de luchar
y dejar de respirar
para poder al fin dejar los sueños atrás
que consumen y devoran.
A veces, la vida no tiene un destino.
Nada por lo que luchar.
Sí, sé qué piensas:
otra vez un poema de vidas desbaratadas
y muerte.
No pienses.
Éste es sincero, único en su espécie.
Te diré algo:
lucha
por los que se han rendido
sé valiente
por los que no han podido serlo
y vive
por aquellos que no tuvieron esperanza

1 comentario:

Ana dijo...

Me gusta bastante ^^ y más lo que dice.